«Un hombre, al menos, es libre;
puede recorrer las pasiones y los países, atravesar los obstáculos,
gustar los placeres más lejanos. Pero a una mujer esto le está continuamente vedado. Fuerte y flexible a la vez, tiene en contra de sí la flojez de la carne
con las dependencias de la ley. Su voluntad, como el velo de su sombrero sujeto por un cordón, palpita a todos los vientos; siempre hay algún deseo que arrastra,
pero alguna conveniencia social que retiene».
Archive for septiembre 2015
Madame Bovary
Posted in Flaubert, francia, gustaveflaubert, hombre, libertad, Literatura, madamebovary, tagged flaubert, francia, libertad, literatura, madamebovary on septiembre 30, 2015| Leave a Comment »
Del olvido, por Buesa
Posted in buesa, olvido, poema, poesía, tagged Amor, Buesa, olvido, Poema, poesía on septiembre 7, 2015| Leave a Comment »
Yo bien sé que el olvido, como un agua maldita,
nos da una sed más honda que la sed que nos quita.
La frase del día, hoy por .H.P Lovecraft
Posted in frase, lovecraft, Quote, vulgaridad, tagged frase, literatura, lovecraft, quote, vulgaridad on septiembre 5, 2015| Leave a Comment »
«Ningún nuevo horror puede ser más terrible que la tortura diaria de la vulgaridad»
La muerte de Karenin
Posted in animales, karenin, kundera, Literatura, tagged karenin, kundera, lainsoportablelevedaddelser, literatura on septiembre 2, 2015| Leave a Comment »
Un fragmento que esconde más de lo que parece. De «La insoportable levedad del ser», por M. Kundera
«Era incapaz de de soportar aquella mirada, casi la asustaba. Nunca miraba así a Tomás, así sólo la miraba a ella. Pero nunca con tanta intensidad como esta vez. No era una mirada desesperada o triste, no. Era una mirada de terrible, insoportable confianza. Aquella mirada era una ansiosa interrogación. Toda la vida había esperado Karenin la respuesta de Teresa y ahora le comunicaba (aún con mayor urgencia que nunca) que seguía preparado para oír aquella verdad. (Todo lo que proviene de Teresa es para él verdad: incluso cuando le dice «¡sientáte!» o «¡acuestáte!», para él estas son verdades con las que se identifica y que le dan sentido a su vida. Aquella mirada de terrible confianza fue breve. Al cabo de un momento volvió a apoyar la cabeza sobre las patas. Teresa sabía que nunca nadie más volvería a mirarla así»